Autor: James Rhodes
Editorial: Blackie books
Precio: 19,90 euros
Páginas: 288
Género: Biográfico
ISBN: 9788416290437
SINOPSIS
La música
fue su salvación. James Rhodes fue víctima de abusos durante su infancia y su
vida ha estado marcada por esa tragedia. Escuchar a Rajmáninov en bucle durante
su adolescencia y descubrir el Adagio de Bach en un ala psiquiátrica le ayudó a
combatir sus demonios y a transformar su vida. James Rhodes es uno de los más
eminentes concertistas de piano de la actualidad y un gran renovador de la
música clásica. Ha protagonizado documentales para la BBC y Channel 4, escribe
en The Guardian y ofrece recitales en todo el mundo. «Instrumental» son sus
memorias, que vieron la luz en Reino Unido después de que el Tribunal Supremo
levantara el veto que pesaba sobre la obra. Todo un tributo apasionado al poder
terapéutico de la música y que aborda cuestiones fascinantes sobre cómo
funciona la música clásica y sobre cómo y por qué puede cambiar nuestras vidas
OPINIÓN
Voy a ser uno más de los lectores de este libro que lo pongan por las nubes, que diga lo bueno que es, que le lama el lomo (si lamerle el culo a una persona significa hacerle la pelota, lamerle el lomo a un libro debe de ser un símil válido), y que hable con el vello de punta. Os lo adelanto. No voy a ser novedoso. Es un buen libro, un libro demasiado bueno, y demasiado horrible a la vez. La historia de una vida que cuesta creer que sea cierta, pero ahí está: ese es James Rhodes, el genio del piano al que (admito) no conocía, esa persona que hace de funambulista, que con sus palabras me ha hecho teletransportarme a la cuerda floja que ha sido su vida desde que, a los seis años, uno de sus profesores le violó. Cerrad los ojos y pensad en todas las adicciones que puede llegar a tener una persona, todas las dificultades, toda la carga negativa que puede acumular un pasado y todos los motivos que la causan. Y seguramente os falte imaginación para lo que ha vivido este hombre.
Pero él, a día de hoy, es feliz. Y es un genio.
Vuelvo a pedir que penséis. Pensad en violaciones, en problemas de salud, problemas con el alcohol, las drogas, el autoinflingirse heridas, los intentos de suicidio, el trastorno de personalidad múltiple, el trastorno obsesivo compulsivo, la depresión, perder la custodia de vuestro hijo. Pensad en todo eso, en mucho más y en sobrevivir. Y parece que no es compatible, algo es vuestra cabeza os hará pensar en alguien tirado en la calle, malviviendo, incluso en sus últimos momentos, cerrando los ojos y dando por sentado que ha sido una vida desperdiciada.
Pero Instrumental no va de eso. Va de cosas que salvan la vida. James Rhodes es carismático, es un verdadero escritor, es irónico y, sobre todo, las ha pasado canutas. Y nos lo explica en esta obra, que es su vida, que es lo mal que lo ha pasado pero lo que ha merecido la pena. Porque todos tenemos hilos que nos atan a la pared de roca cuando queremos saltar por el barranco, y sus hilos son algunas personas, son el futuro y es la música clásica. Como digo, estas memorias de música, medicina y locura me han parecido épicas.
No voy a hacer un escaneo completo de una obra así, que no es ficción, ni voy a puntuarla (aunque, si lo hiciera, debo decir que la narración es muy buena y el libro no pierde fuelle con el paso de páginas), porque no creo que sea necesario. Solo diré que deberíais animaros a darle una oportunidad. Y no, no importa que no hayáis ido nunca a un concierto de música clásica (la mayoría de la población no hemos ido a ninguno, no os sintáis culpables) o que el propio nombre del autor de esta biografía ni os suene. De hecho, este libro está dirigido precisamente a vosotros, anónimos desconocedores. Están dirigido a ese "por si acaso", a ese uno de cada diez que tras la lectura de este libro y tras escuchar la playlist que lleva consigo se deja encandilar para siempre por este género musical. Y el resto nos conformaremos con llevarnos una de las historias mas estremecedoras y puras que existen. ¿Sabéis esa sensación al ver una película de miedo y que, cuando acabe, en los créditos finales digan que está basada en hechos reales? ¿Esa sensación de "espero que sea mentira porque si no, no viviré tranquilo"? Pues Instrumental te hace sentir un poco eso. No quiero enrollarme y llenar una reseña de adjetivos que solo repitan una y otra vez lo mismo, pero es difícil no hacerlo entre estas paredes que conforman la habitación de piano de Rhodes. Es un libro que cuenta algo que no es espectáculo con sentido del espectáculo, un libro que habla de una realidad llena de mentiras y una persona deshojándose lentamente, hasta quedar a corazón descubierto y en carne viva.
Este libro es, al final, una de esas vidas que te sentarías a escuchar una y otra vez. Una de esas historias con moraleja que guardas con el paso de los años y aún recuerdas cuando es conveniente, porque te hace ver todo lo malo que hay ahí fuera, como cosas enfermizas son más normales de lo que parecen, y sin embargo no te hace perder ni un ápice de fe en lo que podemos mejorar. Como este pianista describe la primera melodía que escuchó, como te enternece al hablar de los intensísimos sentimientos que le embargan por su hijo, la frialdad con la que narra la forma que tenía de inflingirse dolor o su ironía frente a la sociedad de esnobs que se crea en el círculo social que es el de los amantes de la música clásica. Como lo hace es mágico, muy especial.
A veces acabas una reseña y sabes que no es una reseña, me pasó con los libros de prosa poética, también me pasó con las mejores tramas que he encontrado (e intenté ocultar esa incapacidad de analizar algo que había querido tanto), y me pasa con esta autobiografía. Porque no soy quien para juzgar una vida, y menos si está tan bien contada. Os lo recomiendo.
Voy a ser uno más de los lectores de este libro que lo pongan por las nubes, que diga lo bueno que es, que le lama el lomo (si lamerle el culo a una persona significa hacerle la pelota, lamerle el lomo a un libro debe de ser un símil válido), y que hable con el vello de punta. Os lo adelanto. No voy a ser novedoso. Es un buen libro, un libro demasiado bueno, y demasiado horrible a la vez. La historia de una vida que cuesta creer que sea cierta, pero ahí está: ese es James Rhodes, el genio del piano al que (admito) no conocía, esa persona que hace de funambulista, que con sus palabras me ha hecho teletransportarme a la cuerda floja que ha sido su vida desde que, a los seis años, uno de sus profesores le violó. Cerrad los ojos y pensad en todas las adicciones que puede llegar a tener una persona, todas las dificultades, toda la carga negativa que puede acumular un pasado y todos los motivos que la causan. Y seguramente os falte imaginación para lo que ha vivido este hombre.
Pero él, a día de hoy, es feliz. Y es un genio.
Vuelvo a pedir que penséis. Pensad en violaciones, en problemas de salud, problemas con el alcohol, las drogas, el autoinflingirse heridas, los intentos de suicidio, el trastorno de personalidad múltiple, el trastorno obsesivo compulsivo, la depresión, perder la custodia de vuestro hijo. Pensad en todo eso, en mucho más y en sobrevivir. Y parece que no es compatible, algo es vuestra cabeza os hará pensar en alguien tirado en la calle, malviviendo, incluso en sus últimos momentos, cerrando los ojos y dando por sentado que ha sido una vida desperdiciada.
Pero Instrumental no va de eso. Va de cosas que salvan la vida. James Rhodes es carismático, es un verdadero escritor, es irónico y, sobre todo, las ha pasado canutas. Y nos lo explica en esta obra, que es su vida, que es lo mal que lo ha pasado pero lo que ha merecido la pena. Porque todos tenemos hilos que nos atan a la pared de roca cuando queremos saltar por el barranco, y sus hilos son algunas personas, son el futuro y es la música clásica. Como digo, estas memorias de música, medicina y locura me han parecido épicas.
No voy a hacer un escaneo completo de una obra así, que no es ficción, ni voy a puntuarla (aunque, si lo hiciera, debo decir que la narración es muy buena y el libro no pierde fuelle con el paso de páginas), porque no creo que sea necesario. Solo diré que deberíais animaros a darle una oportunidad. Y no, no importa que no hayáis ido nunca a un concierto de música clásica (la mayoría de la población no hemos ido a ninguno, no os sintáis culpables) o que el propio nombre del autor de esta biografía ni os suene. De hecho, este libro está dirigido precisamente a vosotros, anónimos desconocedores. Están dirigido a ese "por si acaso", a ese uno de cada diez que tras la lectura de este libro y tras escuchar la playlist que lleva consigo se deja encandilar para siempre por este género musical. Y el resto nos conformaremos con llevarnos una de las historias mas estremecedoras y puras que existen. ¿Sabéis esa sensación al ver una película de miedo y que, cuando acabe, en los créditos finales digan que está basada en hechos reales? ¿Esa sensación de "espero que sea mentira porque si no, no viviré tranquilo"? Pues Instrumental te hace sentir un poco eso. No quiero enrollarme y llenar una reseña de adjetivos que solo repitan una y otra vez lo mismo, pero es difícil no hacerlo entre estas paredes que conforman la habitación de piano de Rhodes. Es un libro que cuenta algo que no es espectáculo con sentido del espectáculo, un libro que habla de una realidad llena de mentiras y una persona deshojándose lentamente, hasta quedar a corazón descubierto y en carne viva.
Este libro es, al final, una de esas vidas que te sentarías a escuchar una y otra vez. Una de esas historias con moraleja que guardas con el paso de los años y aún recuerdas cuando es conveniente, porque te hace ver todo lo malo que hay ahí fuera, como cosas enfermizas son más normales de lo que parecen, y sin embargo no te hace perder ni un ápice de fe en lo que podemos mejorar. Como este pianista describe la primera melodía que escuchó, como te enternece al hablar de los intensísimos sentimientos que le embargan por su hijo, la frialdad con la que narra la forma que tenía de inflingirse dolor o su ironía frente a la sociedad de esnobs que se crea en el círculo social que es el de los amantes de la música clásica. Como lo hace es mágico, muy especial.
A veces acabas una reseña y sabes que no es una reseña, me pasó con los libros de prosa poética, también me pasó con las mejores tramas que he encontrado (e intenté ocultar esa incapacidad de analizar algo que había querido tanto), y me pasa con esta autobiografía. Porque no soy quien para juzgar una vida, y menos si está tan bien contada. Os lo recomiendo.
Hola, pues había visto este libro varias veces al ir a comprar otros y aunque la portada llama mucho la atención, por lo menos a mi, nunca me paré a leer la sinopsis, no sé el porqué. Pero vaya me has dejado helada con tu reseña y creo que es un buen libro, de esos que te dejan en vilo. Así que esta vez cuando lo vea lo haré con otros ojos y sí, va para mi lista de lecturas.
ResponderEliminarSaludos.
¡Hola!
ResponderEliminarVaya jamás me hubiera fijado en este libro, pero después de leer tu reseña, la verdad me has dejado :O así que se viene para mi lista. Gracias por esta fantástica reseña.
Nos leemos :)
Nunca había oído hablar de este libro, pero espero que caiga cuanto antes en mis manos. Excelente reseña como siempre. Muchas gracias. Un beso
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