Título: El fuego en el que ardo
Autor: Mike Lightwood
Editorial: Plataforma Neo
Páginas: 384
Precio: 16,90 euros
Género: LGBT
ISBN: 9788416620197
SINOPSIS
¿Todas esas
películas y series que te cuentan lo maravilloso que es ser gay? ¿Estar rodeado
de compañeros modernos en el instituto que te quieren como eres? ¿Padres que te
apoyan incondicionalmente?
Todo
mentira. La realidad no es esa. Al menos, no la del protagonista de esta
historia, que vive un auténtico infierno por culpa de aquellos que no lo
aceptan como es.
Pero, cuando
las cosas se complican de verdad, conoce a un chico de ciudad con una visión
del mundo completamente distinta. Con su ayuda, deberá escoger entre dejarse
consumir por las llamas de quienes lo odian o renacer de sus propias cenizas.
OPINIÓN
El fuego en el que
ardo es una novela clara, concisa, fresca pero cruda a la vez. Es un libro
escrito por un joven autor de veinticinco años, que también es blogger, que habla directamente del acoso
escolar, especialmente del bullying por homofobia. Pero también habla de otros
muchos temas peliagudos que, queramos o no, no podemos ignorar, pues están
contaminando las casas y las aulas de nuestro alrededor.
Su protagonista no es más que un adolescente que sabe muy
bien quién es pero no dónde se encuentra, que se odia y maltrata a sí mismo
buscando la razón por la cual los demás también lo hacen, el por qué los demás
quieren hacérselas pasar canutas. Solo encuentra consuelo en los libros en los
que se sumerge, o en las hojas en blanco donde comienza a trazar un dibujo.
Bueno, en eso y en el escozor agudo que le producen las cuchillas.
Lo que más me ha gustado de esta historia ha sido la forma
clara con la que se habla de todos los temas, sin pelos en la lengua, sin
necesidad de eufemismos, pero a la vez elegantemente, y eso se ve muy bien
reflejado en el protagonista, que también hace de narrador. Esto ha sido un
plus a favor, la primera persona, porque ha añadido realismo y facilidad a la
hora de sumergirse en la historia, de dejarte embriagar por las emociones del
relato, de una forma que llegue a emocionarte. Además, nos deja ver muy bien la
evolución del protagonista con respecto avanzan las páginas. Lo hace de forma
rápida, pero sutil, abriéndose lentamente y mostrando partes de él más profundas
y menos trágicas que al principio.
Eso sí, hay, como siempre, un pero. Y es que para mi gusto
hay ciertos personajes secundarios a los que les ha faltado un poco de
realismo, con escenas que no me han llegado a cuadrar del todo. Me daba la
impresión de que en El fuego en el que
ardo los personajes no tienen
término medio, es decir, si haces de malo, eres un monstruo, sin motivo y sin
historia que dé un por qué, y si haces de bueno, eres un ángel, sin poder
mostrar otra faceta tuya, sin poder errar en algún momento. A veces el realismo
se consigue mediante imperfecciones. Sin embargo, sí me ha gustado qué le ha ido pasando a cada personaje, cómo ha avanzado la historia con respecto a él, está todo muy bien cuadrado.
También quiero hablar del trabajo tan bueno que ha hecho la
editorial con la edición de este libro, ya que tiene algunos pequeños dibujos en ciertas
páginas que me han parecido un detalle muy bonito y que, además, tenían que ver
con la trama. También las páginas en negro y que el autor haya tenido el
detalle de poner un párrafo de la letra de alguna canción en el comienzo de
cada capítulo, sobre todo para los más melómanos como yo que estemos
continuamente deseando descubrir música nueva.
El tema del acoso en este libro es tratado de la misma forma directa que lo hace con el resto de temas. Las situaciones que expone son crueles, pero reales, son las vejaciones que
cualquier adolescente homosexual, o con cualquier tipo de diferencia con respecto al resto, puede sufrir en su día a día. Nos hace plantearnos como pueden llegar a ser tan crueles, o mejor dicho, como podemos llegar a ser tan crueles, porque también nos hace plantearnos si nunca hemos sido cómplices de ese maltrato. Ser un mero espectador, a veces, es ser cómplice. Los débiles no son los acosados, ellos son fuertes, son los acosadores que pagan sus propias inseguridades intentando hacer un menosprecio de los demás, y el público que no es capaz de alzar la voz para defender al que está solo por miedo, ellos son los débiles.
cualquier adolescente homosexual, o con cualquier tipo de diferencia con respecto al resto, puede sufrir en su día a día. Nos hace plantearnos como pueden llegar a ser tan crueles, o mejor dicho, como podemos llegar a ser tan crueles, porque también nos hace plantearnos si nunca hemos sido cómplices de ese maltrato. Ser un mero espectador, a veces, es ser cómplice. Los débiles no son los acosados, ellos son fuertes, son los acosadores que pagan sus propias inseguridades intentando hacer un menosprecio de los demás, y el público que no es capaz de alzar la voz para defender al que está solo por miedo, ellos son los débiles.
Así que, si os llama la atención este libro, aunque tenga los fallitos que, supongo, cualquier novela primeriza puede -y debe- tener, dadle una oportunidad. Un ataque a la baja moral de cada uno de nosotros por parte de una joven promesa de la literatura que seguro que te gustará.
Lo mejor: El mensaje de toleracia que intenta transmitir.
Lo peor: Los personajes son muy extremos, no existen las medias tintas.
PUNTUACIÓN
7/10
Editorial: Plataforma Neo
Páginas: 398
Precio: 16,90 euros
Género: Romántica juvenil
ISBN: 9788416620340
SINOPSIS
Cuando has probado lo amargo, lo dulce sabe mejor.
Bambi sabe
qué es ser diferente, incluso su nombre lo es. Sabe qué es sentirse despreciada
todos los días por sus compañeros de instituto y no poder hacer nada para
cambiarlo. Pero la escritura le da la fuerza que necesita para seguir adelante,
porque tiene la certeza de que es buena en algo.
Liam nunca
ha tenido una familia normal, y no solo por los problemas económicos. Su padre
es agresivo y bebe más de la cuenta, y su madre no quiere ver la realidad. El
futuro no parece esconder muchas opciones para alguien como él, aunque en
secreto sueña con convertirse en escritor.
Cuando Bambi
y Liam se conocen en un taller de escritura, pronto se dan cuenta de que la
literatura los une más allá de los libros. Ambos comparten aquello que los
salva de caer al vacío, pese a que ella procede de una familia acomodada y él
es un chico de barrio. Pero, cuando se trata de amor, pertenecer a mundos
opuestos a veces es un obstáculo insuperable…
OPINIÓN
No esperaba nada de este libro, lo leí más por casualidad que por otra cosa, y aunque pensaba que iba a ser un topicazo todo, no ha sido así y me ha sorprendido gratamente. Si bien es cierto que el final me pareció un poco decepcionante y había puntos ciertamente inverosímiles o predecibles, otras partes de la novela sí me han cautivado por salirse de los estándares de lo que suele ser el new adult últimamente, en especial lo que son personajes.
A ver, como indica su título, Bittersweet, este libro es como la vida misma: agridulce. Una trama que nos muestra el lado más horrible y el más maravilloso de la adolescencia. Mi parte favorita creo que ha sido la relación que une a ambos protagonistas. Es cierto que Liam puede encasillarse perfectamente en el cliché de "chico malo pero guapo" que al ser tan manido resulta muy cargante: follador, chulo, bastante cortante... Pero, aún así, es un personaje que me ha gustado. No es un Hardin de After, que es un personaje predispuesto a tener todo mi asco por su comportamiento, Liam no tiene un perfil violento, al contrario, tiene buen corazón. Piensa un poco con el pene, cierto, pero tiene buen corazón.
Bambi, por su lado, es un poco más innovadora. Porque normalmente, cuando nos encontramos al típico chulo con la testosterona alta también estamos destinados a encontrarnos el cliché de chica ejemplar, pero insegura, y de extrema inocencia que no ha sentido atracción sexual nunca. Y ojo, no es que tenga un problema con la inocencia, si a mí me encanta: lo que me molesta es que, en literatura juvenil, parece que esta cualidad esta reservada solo para la chica y que el chico tiene que situarse en el lado extremo de la balanza. Así, sin motivo. Por eso me ha gustado Bambi, que es una chica que, aunque se muestra sensible al verse atacada por el acoso escolar que reciben ella y su amiga Connie día a día, es fuerte, tiene ese lado sarcástico que sabéis que a mí me conquista y muestra interés en el sexo, habiendo momentos en el libro que en la literatura juvenil parecen estar vetados si la protagonista es chica. Me ha parecido muy original.
La amistad entre los dos protagonistas se fragua gracias a la literatura, a su pasión por escribir: quedan para leerse lo que han escrito y hacer y recibir críticas constructivas, entre otras cosas. Esto es probablemente lo que más me ha gustado de todo, me ha parecido muy novedoso y me han entrado ganas de tener ese tipo de relación a mí con alguien, porque donde se pongan unos protagonistas que amen leer y escribir, que se quite todo lo demás.
Con lo cual la trama me ha parecido muy buena.
Respecto a la narración, bastante buena. Me ha parecido muy curioso como los capítulos que se centraban en Bambi eran narrados por ella en primera persona y, sin embargo, los que lo hacían en Liam se servían de la tercera persona. No he entendido muy bien el por qué de esto, qué quería transmitir la autora, pero ha amenizado y refrescado la lectura y creo que ha conseguido describir muy bien la situación de cada uno de ellos para comprenderlo. Y los diálogos son muy divertidos.
Los contras, sin embargo, son lo irreales que me han parecido algunos hechos del libro, y lo poco que he entendido algunas de las decisiones que toma Bambi al llegar un punto de la novela, pareciéndome un tanto hipócrita. Además, el argumento ha ido cociéndose a fuego lento durante más o menos tres cuartas partes del libro, donde ocurrían las cosas pausadamente, hasta llegar al final, que me ha parecido precipitadísimo. Sinceramente, me ha dado la impresión de que la autora no sabía deshacer alguno de los nudos que ella misma había creado y los ha dejado al azar, los ha omitido o no les ha dado la importancia que deberían tener. Ha habido subtramas de las cuáles esperaba más desarrollo final.
Eso, y que a pesar de ser una novela bastante amena una cosa ha hecho que se ralentice bastante. A mí me han sobrado fragmentos de la historia que Bambi estaba escribiendo. Porque sí, es cierto que era necesario que viéramos un poco de ella en la forma que tiene de escribir, pero me ha parecido que ocupar páginas y páginas enteras en algo que realmente no aporta a la trama real (o por lo menos yo no he entendido su aportación) como es una especie de historia paralela de fantasia épica a trompicones, me ha hecho un poco más difícil conectar con ella.
El tema del acoso se trata en este libro, como en el anterior, de manera cruel, directa y real. De nuevo nos encontramos ante casos de "bromas" de muy, muy mal gusto, humillaciones y vejaciones, y toma un papel importante el acoso cibernético, que desgraciadamente en estos años está tan en auge. Debo decir que el escolar no es el único maltrato del que se habla ni en Bittersweet ni en El fuego en el que ardo, puesto que en ambas obras también se habla del maltrato de género de manera sutil, pero directa, y también creo que es algo de lo que debería hablarse más en literatura para nuestra concienciación, por ser un horror que afecta a tantísimas mujeres en este país y el resto del mundo.
Por eso, si os gustan las historias amenas, pero un tanto diferentes, con un lavado de cara del chico malo y la chica buena y que se tocan temas reales como las drogas, el sexo, el maltrato de género o el acoso escolar, yo os recomiendo Bittersweet.
Lo mejor: Se tocan toda clase de temas que normalmente no se hacen en literatura juvenil.
Lo peor: Un final un tanto precipitado y decepcionante.
PUNTUACIÓN
7/10
A ver, como indica su título, Bittersweet, este libro es como la vida misma: agridulce. Una trama que nos muestra el lado más horrible y el más maravilloso de la adolescencia. Mi parte favorita creo que ha sido la relación que une a ambos protagonistas. Es cierto que Liam puede encasillarse perfectamente en el cliché de "chico malo pero guapo" que al ser tan manido resulta muy cargante: follador, chulo, bastante cortante... Pero, aún así, es un personaje que me ha gustado. No es un Hardin de After, que es un personaje predispuesto a tener todo mi asco por su comportamiento, Liam no tiene un perfil violento, al contrario, tiene buen corazón. Piensa un poco con el pene, cierto, pero tiene buen corazón.
Bambi, por su lado, es un poco más innovadora. Porque normalmente, cuando nos encontramos al típico chulo con la testosterona alta también estamos destinados a encontrarnos el cliché de chica ejemplar, pero insegura, y de extrema inocencia que no ha sentido atracción sexual nunca. Y ojo, no es que tenga un problema con la inocencia, si a mí me encanta: lo que me molesta es que, en literatura juvenil, parece que esta cualidad esta reservada solo para la chica y que el chico tiene que situarse en el lado extremo de la balanza. Así, sin motivo. Por eso me ha gustado Bambi, que es una chica que, aunque se muestra sensible al verse atacada por el acoso escolar que reciben ella y su amiga Connie día a día, es fuerte, tiene ese lado sarcástico que sabéis que a mí me conquista y muestra interés en el sexo, habiendo momentos en el libro que en la literatura juvenil parecen estar vetados si la protagonista es chica. Me ha parecido muy original.
La amistad entre los dos protagonistas se fragua gracias a la literatura, a su pasión por escribir: quedan para leerse lo que han escrito y hacer y recibir críticas constructivas, entre otras cosas. Esto es probablemente lo que más me ha gustado de todo, me ha parecido muy novedoso y me han entrado ganas de tener ese tipo de relación a mí con alguien, porque donde se pongan unos protagonistas que amen leer y escribir, que se quite todo lo demás.
Con lo cual la trama me ha parecido muy buena.
Respecto a la narración, bastante buena. Me ha parecido muy curioso como los capítulos que se centraban en Bambi eran narrados por ella en primera persona y, sin embargo, los que lo hacían en Liam se servían de la tercera persona. No he entendido muy bien el por qué de esto, qué quería transmitir la autora, pero ha amenizado y refrescado la lectura y creo que ha conseguido describir muy bien la situación de cada uno de ellos para comprenderlo. Y los diálogos son muy divertidos.
Los contras, sin embargo, son lo irreales que me han parecido algunos hechos del libro, y lo poco que he entendido algunas de las decisiones que toma Bambi al llegar un punto de la novela, pareciéndome un tanto hipócrita. Además, el argumento ha ido cociéndose a fuego lento durante más o menos tres cuartas partes del libro, donde ocurrían las cosas pausadamente, hasta llegar al final, que me ha parecido precipitadísimo. Sinceramente, me ha dado la impresión de que la autora no sabía deshacer alguno de los nudos que ella misma había creado y los ha dejado al azar, los ha omitido o no les ha dado la importancia que deberían tener. Ha habido subtramas de las cuáles esperaba más desarrollo final.
Eso, y que a pesar de ser una novela bastante amena una cosa ha hecho que se ralentice bastante. A mí me han sobrado fragmentos de la historia que Bambi estaba escribiendo. Porque sí, es cierto que era necesario que viéramos un poco de ella en la forma que tiene de escribir, pero me ha parecido que ocupar páginas y páginas enteras en algo que realmente no aporta a la trama real (o por lo menos yo no he entendido su aportación) como es una especie de historia paralela de fantasia épica a trompicones, me ha hecho un poco más difícil conectar con ella.
El tema del acoso se trata en este libro, como en el anterior, de manera cruel, directa y real. De nuevo nos encontramos ante casos de "bromas" de muy, muy mal gusto, humillaciones y vejaciones, y toma un papel importante el acoso cibernético, que desgraciadamente en estos años está tan en auge. Debo decir que el escolar no es el único maltrato del que se habla ni en Bittersweet ni en El fuego en el que ardo, puesto que en ambas obras también se habla del maltrato de género de manera sutil, pero directa, y también creo que es algo de lo que debería hablarse más en literatura para nuestra concienciación, por ser un horror que afecta a tantísimas mujeres en este país y el resto del mundo.
Por eso, si os gustan las historias amenas, pero un tanto diferentes, con un lavado de cara del chico malo y la chica buena y que se tocan temas reales como las drogas, el sexo, el maltrato de género o el acoso escolar, yo os recomiendo Bittersweet.
Lo mejor: Se tocan toda clase de temas que normalmente no se hacen en literatura juvenil.
Lo peor: Un final un tanto precipitado y decepcionante.
PUNTUACIÓN
7/10
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